jueves, 22 de enero de 2015

Papás Semilla

Hoy en día, promover un espacio y tiempo determinado para el diálogo es una tarea que pareciera muy difícil, dado el permanente estado de aceleración en la que vivimos todos los padres.
DETENTE!! Este espacio que te tomas para hablar sobre lo que vives cada día y los sentimientos que experimentas: (miedo, angustia, frustración, cólera, entusiasmo, esperanza, comodidad, tranquilidad, alegría….lo puedes hacer diariamente en el seno de tu hogar y en compañía de tus hijos, cuidando algunos temas acorde a la edad, enséñales que tú eres un ser humano igual a ellos, con vivencias, recuerdos y sentimientos, y que esta es la principal característica que nos define como PERSONAS.
¿Cómo te has sentido hoy? Es una pregunta que abre muchísimas puertas al diálogo. Iniciarlo con la expresión de un sentimiento invita a explicar de inmediato el motivo de ello, y lo principal es que tus hijos se sentirán escuchados y valorados como seres con sentimientos y recuerdos.
La empatía, esa capacidad de sintonizar con las necesidades de los que te rodean, se desarrolla día a día dentro del hogar. Escuchar experiencias que no sean de tu total agrado no es fácil y es el principal motivo que aleja una conversación. Tus hijos te comentarán experiencias que quizás hubieras querido que ocurran de forma diferente y de inmediato criticaras y buscarás darle soluciones “rápidas” y “prácticas”. Sin embargo, no lograrás el análisis, reflexión de sus propias vivencias.
Busquemos activar el recuerdo sin temor, la expresión abierta de los sentimientos sin miedo a ser criticados y sintiéndose con la tranquilidad que será escuchado. Este espacio generado, conllevará a un siguiente paso:  El cuestionamiento interno de sus actos.
Admitir que poseo una cuota de responsabilidad en las acciones que realizo es un factor muy importante para el desarrollo psíquico de un niño. Lo hace consiente de las necesidades y deseos internos.
Enseñémosle a sentirse protagonista de sus acciones y no un simple espectador de su vida, ajeno a cualquier situación donde el también está involucrado. Ayúdalo a afrontar experiencias que le sean “difíciles” para él o ella. El asumirse como responsable lo hace simple estar más conectado consigo mismo y con los demás. Y a la vez, sentirse principal conductor de su propia vida.
Sigamos ayudando a crecer a nuestros hijos!!

Solange Otiura
Psicóloga








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