martes, 20 de enero de 2015

El desarrollo cerebral en la etapa prenatal

Las bases de la arquitectura cerebral se establecen muy tempranamente en la vida, incluso antes del nacimiento, y la interacción dinámica entre el ambiente y la experiencia tendrá un impacto en la forma como se expresa la predisposición genética. Si tuviéramos que utilizar una metáfora, se podría decir que los genes son el arquitecto - quien es el encargado del diseño - mientras que ambiente y experiencia son el ingeniero, de quien va a depender que el diseño se ejecute tal y como el arquitecto lo había concebido.
En ese sentido, ambiente y experiencia van a moldear la arquitectura cerebral y van a permitir que se despliegue todo el potencial genético. Hallazgos recientes en  neurociencias han demostrado que la experiencia interviene de manera decisiva durante el periodo prenatal y el inmediatamente posterior al nacimiento en la organización del cerebro.
Así como actualmente resulta imposible separar mente de cuerpo, de la misma manera resulta imposible separar naturaleza de crianza (nature/nurture). Las experiencias tempranas determinan en gran medida la arquitectura cerebral, y en ese sentido, todo hecho psicológico modificará la organización del cerebro. La interacción con los padres o cuidadores son el instrumento más importante para la estructuración del cerebro del bebé, por lo que una relación estable con los dos o uno de ellos conduce a la adquisición más rápida de aptitudes emocionales y cognitivas.
Por ello es tan importante que la madre cuide toda las circunstancias que rodean su embarazo, que van desde obtener los nutrientes necesarios para la formación óptima del bebé hasta proveer un ambiente y experiencias estimulantes para el desarrollo de una arquitectura cerebral que exprese todo su potencial genético.

Giuliana Daneri
Psicóloga Especialista en Neuro
psicología



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