domingo, 21 de diciembre de 2014

Mi hijo está triste

Recuerdan la última vez que se sintieron tristes? Cómo se sentían? Tenían ganas de hacer algo. De producir? Estoy segura que la respuesta es NO.
Es verdad, la tristeza es un sentimiento que apaga toda esa luz de crecer, de apropiarse del mundo, de ser grandes y mejores. Esto ocurre a todos sin excepción, y en el niño se puede ver con mucha claridad, luego de algunos pasos previos de observación.
Cuando nos sentimos tristes, los adultos buscamos diversos recursos para exteriorizarla, hablamos con alguien, vemos una película, leemos sobre el tema, buscamos algún consejo, etc.

En el niño, sucede todo lo contrario. Como le resulta tan difícil verbalizar lo que siente, muchas veces lo oculta a través de  acciones que pueden parecer contradictorias. Por ejemplo: Presenta mucho movimiento, no se detiene ni un minuto, se torna oposicionista, a veces, un tanto agresivo en su forma de hablar y de establecer contacto físico. Lo más notorio como resultado de todos estos mecanismos es que su capacidad de producir se bloquea y si se hace más extenso el tiempo, inclusive, se anula.
Este sentimiento  necesita ser traducido por los padres para ayudar al niño a exteriorizarlo.
Importante:
  • Observemos diariamente su comportamiento. Debemos encontrar un patrón consistente en su manera de actuar, de expresarse y desenvolverse.
  • Cuando veamos alguna actitud distinta, acerquémonos a ellos y compartamos la actividad que ellos están haciendo, sin ser invasivos, ni hacerles preguntas. Acompañémolos.
  • Si el niño se siente cómodo y observa esta actitud en los padres de forma continúa en unos días, él se sentirá cómodo y comentará abiertamente la experiencia que vivió o hará algún comentario relacionado a la actitud que está mostrando (cólera, miedo, frustración, decepción..)
  • Señalémosle el sentimiento que ustedes puedan ver a través de su comportamiento y díganles que lo comprenden. Pónganles palabras a las acciones que reflejaban su sentimiento de tristeza.

Estoy segura que la actitud de sus hijos en la casa va a regresar a su estado original y sobre todo se sentirá tranquilo de saber que sus padres comprendieron su malestar y lo ayudaron a sobrellevar su experiencia. ASÍ SE FORTALECE LA RELACIÓN FAMILIAR Y CREAMOS NIÑOS MÁS SEGUROS PARA UN FUTURO!!